martes, 4 de mayo de 2010

"ESTUDIOS DE ASTROLOGIA VII" ÍNDICE Prefacio

"ESTUDIOS DE ASTROLOGIA VII "

Elman Bacher
Studies in Astrology
(1962)


LA
FRATERNIDAD
ROSACRUZ

THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP
P.O. Box 713

Oceanside, CA. 92049-0713 USA

http://www.rosicrucian.com/foreign/spanish.htm

Spanish@rosicrucianfellowship.org


ÍNDICE

Prefacio,

Introducción,

Capítulo I
El Arte Dramático,

Capítulo II
Cintas Cinematográficas,

Capítulo III
Curación,

Capítulo IV
La Fraternidad del Astrólogo, el Artista, el Sacerdote y el Curador,

Capítulo V
Alegrías Planetarias,

Capítulo VI
Descripción de Personajes Famosos de Shakespeare,

Capítulo VII
La Facultad de la Intuición,

Capítulo VIII
Experiencia Animal,

PREFACIO

Los seis volúmenes precedentes de esta serie de interpretaciones astrológicas han tenido una acogida tan calurosa por parte de tantos estudiantes de astrología en todas partes, que nos sentimos satisfechos de añadir el séptimo volumen a la serie.
El conocimiento profundo de Elman Bacher y su dedicación a la parte espiritual de la ciencia estelar, aunados a su comprensión sobrenatural de la naturaleza humana, le permitieron someter tratados astrológicos iluminadores que indudablemente lo colocan entre los mejores astrólogos esotéricos modernos.
Sus exposiciones ayudarán al hombre cada vez más, en el conocimiento propio y la realización de su más alto destino conforme la verdad y el valor de su interpretación espiritual de la astrología tengan mayor aceptación general.
El señor Bacher, antes de su transición en el año 1954, nos había expresado su deseo ardiente de ver sus artículos publicados en forma de libro y aunque lamentamos hondamente que él no viviera para verlos a la disposición del público en esta forma conveniente, nos sentimos felices al saber que su aspiración se ha realizado.

del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher

*

INTRODUCCIÓN


INTRODUCCIÓN

La astrología es para el estudiante Rosacruz una fase de la religión, básicamente una
ciencia espiritual. Esta ciencia, más que ningún otro estudio revela al hombre a sí mismo.
Ninguna otra ciencia es tan sublime, tan profunda y tan abarcadora. Ella revela la relación
entre Dios (el Macrocosmo) y el hombre (el Microcosmo), demostrando que ambos son uno
fundamentalmente.
La ciencia oculta, al investigar las fuerzas más sutiles que chocan sobre el hombre
(el Espíritu) y sus vehículos, ha trazado sus efectos con no menos precisión que la ciencia
académica ha hecho con las relaciones del mar y el suelo, de la planta y el animal, a los
rayos del sol y de la luna.
Con este conocimiento podemos determinar el patrón astrológico de cada individuo
y conocer la potencia o la debilidad relativas de las diferentes fuerzas actuantes en cada
vida. De acuerdo con lo que hayamos alcanzado de dicho conocimiento, podemos
comenzar la formación sistemática y científica del carácter - ¡y el carácter es destino! -.
Nosotros observamos los periodos y estaciones que son cósmicamente ventajosos para el
desenvolvimiento de cualidades aún no desarrolladas, corrigiendo rasgos defectuosos y
eliminando inclinaciones destructivas.
La divina ciencia de la astrología revela las causas ocultas que trabajan en nuestras
vidas. Asesora al adulto con respecto a la vocación, a los padres en la guía de los niños, al
maestro en la dirección de los discípulos, al médico en el diagnóstico de las enfermedades;
de esa manera prestándoles ayuda a todos en cualquier situación en que se hallen.
Ningún otro tema dentro del margen del conocimiento humano parece contener
hasta la fecha, las posibilidades extendidas a los astrólogos para ayudar a los demás a su
propia dignidad como dioses-en-formación, a un entendimiento mayor de la ley universal y
a la verificación de nuestra eterna seguridad en los brazos acariciadores de la Vida Infinita
y el Ser Ilimitado.

***

del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher

EL ARTE DRAMÁTICO - en you tube -


LA ASTROLOGÍA: EL ARTE DE LAS ARTES
CAPÍTULO I

EL ARTE DRAMÁTICO

en you tube, desde aquí
https://www.youtube.com/watch?v=HnTSmigW7rI&t=9s

El instinto de la representación es tan primordial para la naturaleza humana como cualquier otro instinto. Considere la tendencia natural de toda la gente de acentuar o intensificar la comunicación por medio de la palabra con gestos y expresiones faciales. Este énfasis natural es lo que está cultivado por el intenso entrenamiento en el arte dramático, del mismo modo que la belleza natural de la voz hablada se cultiva en el arte del canto.
Dramatizar significa intensificar - en cualquier forma o a través de cualquier medio. Por consiguiente, la dramatización es uno de los atributos arquetípicos de todas las artes - la expresión organizada de un “punto” especializado de reacción emocional, de pensamiento o de realización. Aún la ejecución de dos o tres octavas de una escala en el piano (por lo general no considerada particularmente hermosa) puede ser dramatizada por medio de la dinámica tonal en formas tales que su identidad mecánica como una “escala” es transformada en un “punto” de musicalidad expresiva. La habilidad técnica puede prestarse para producir trabajo artístico generalmente designado como mediocre. La mediocridad artística es esencialmente, arte producido sin inspiración.
La inspiración en cualquier forma - y hay muchas maneras de experimentarla - es la forma más altamente dramatizada de la experiencia humana; en ninguna otra forma experimentamos la reacción y la realización con mayor intensidad. Así como Marte y la Luna son una impregnación y receptividad de “octava más baja”, del-mismo modo el Sol y Neptuno son una impregnación y receptividad de “octava más alta”. El cáliz de Neptuno
recibe el torrente de poder solar en la “simiente del alma” (el pequeño círculo en el fondo del símbolo de Neptuno), el símbolo de la impregnación espiritual o psíquica, la cual, en cualquier forma, es inspiración; y la inspiración es siempre una indicación de la respuesta al poder del amor solar - el signo Leo del Gran Mándala -. El Piscis de Neptuno es la octava superior de la trinidad de agua iniciada por el signo cardinal de Cáncer el cual es el principio triuno de la respuesta vibratoria simpática. El Sol y Neptuno son (en combinación) la identidad planetaria del Padre-Madre Dios de la humanidad.
El arte dramático tuvo su comienzo en la ceremonia; la ceremonia a su vez, fue la forma del hombre de personalizar sus realizaciones espirituales por símbolos de acción. La ceremonia y el mito son dos maneras de decir la misma cosa: haciendo público por medio de la acción y el relato, aquello que representa los conceptos humanos de los principios de vida. La verdad del hombre es “la verdad de la Vida vista en un espejo”; el espejo es el estado evolutivo de la conciencia emocional del ser en desarrollo. El arte de la representación es el más personalizado de todas las formas del arte interpretativo - usando como instrumentos la voz del cantante y el cuerpo del bailarín -. El bailarín se mueve en ritmos especializados, el cantante “habla” en tonos especializados, el actor (por medio del movimiento y la palabra) tiene algo de ambos. El gran actor funde dos talentos altamente especializados; el de la pantomima que es “baile literal”, y el de la lectura de líneas, que es “canto literal”. La buena representación formaliza ciertos principios estéticos del mismo modo que la buena prosa; los movimientos del bailarín y la expresión vocal del cantante corresponden a la representación así como la poesía a la buena prosa.
Teniendo en mente que “dramatizar” significa “intensificar”, consideramos ahora la significación del diámetro Leo-Acuario, signos de la quinta casa de Aries-Libra, como el símbolo arquetípico del principio de la expresión dramática. Este diámetro es la polarización de lo que se simboliza esencialmente por la quinta casa del Gran Mándala - la irradiación individualizada de los poderes emocionales -. Leo, fijo, de fuego, es el signo que inicia la cruz fija, análogo a Aries y Sagitario de las Cruces cardinal y mudable, respectivamente. Es el aspecto de amor del Yo Soy arquetípico y debido, al orden de ubicación, Leo es la liberación de lo que está establecido en la cuarta casa. Su nota clave es Yo libero y es pábulo no sólo para los otros tres signos de la cruz fija sino también para la expresión activa del Sol en el horóscopo.
La generación es Escorpión-octava-casa así como la liberación individualizada es Leo-quinta-casa- polarizados espiritualmente y por el genio a través de Acuario-undécima casa.
Debemos tener presente que el poder, como Principio del Sol, no tiene propósito alguno a menos que sea liberado y radiado. Todo el amor en el corazón humano, toda la dotación creadora, todo el genio inspirado, manifestador o interpretativo son relativamente insustanciales si no se expresan y es a través de Leo-Acuario y Sol-Urano que nosotros expresamos creadora-mente, hasta dónde los humanos pueden ser creadores. Nosotros contribuimos vitalidad emocional a las relaciones y a nuestro trabajo por medio del atributo de amor de Leo. A través de él encontramos que el recurso de aquello que es complementación enfocada, es generación y regeneración de Escorpión. Leo es el gran símbolo de la alegría natural espontánea, el atributo dinámico cuya realización pasiva y transitoria es llamada “felicidad”. Solo a través del regocijo es que amamos verdaderamente, manifestamos o interpretamos con veracidad y servimos sinceramente. El júbilo es un factor inevitable en la conciencia del artista aún en medio de la “sangre, el sudor y las lágrimas”; no estar alegre es no amar ni irradiar, en el sentido creador de la palabra. Las penas de Leo-Sol están arraigadas en la falta de oportunidad o en la congestión de la destreza para ejercitar la irradiación del amor a otras personas o al trabajo. Las agonías de Acuario-Urano están arraigadas en la incapacidad de afrontar los retos gravitacionales de Luna-Saturno y en los “dolores del nacimiento” de la manifestación bipolar. La conciencia humana no individualizada está representada por la sucesión de los es - Aries, Tauro, Géminis y Cáncer -. La radiactividad de esta octava de conciencia primitiva está en el signo de Escorpión, signo de la quinta casa de Cáncer de Luna - el instinto de engendrar formas como una liberación de recursos del deseo -. Con la individualización, sin embargo, la persona se mueve en sucesión evolutiva un paso más adelante del diámetro Leo-Acuario y su irradiación del deseo es transformada por lo menos en un aspecto primitivo de conciencia de amor y conciencia de poder individualizadas. La conciencia de poder individualizada es la primera necesidad indispensable en el desarrollo y cumplimiento del arte manifestador o interpretativo. Por lo tanto, cualquier artista debe saber que él es un poder y la integración personal debe efectuarse antes que esa conciencia de poder pueda ser expresada. Ahora, sobre el dramaturgo y el actor:
El dramaturgo es una especialización del prosista y del poeta, o de ambos. Sin embargo, él es esencialmente más poeta que prosista, por las especializaciones de su arte aún si no escribiera (y la mayoría de los dramaturgos no lo hacen) específicamente en verso. La composición de drama implica no sólo una afinación instintiva con el principio del ritmo, sino también can la musicalidad inherente de los valores del canto. El debe tener algún conocimiento de los valores del movimiento inherente al baile ya que la representación es pantomima y acción así como la palabra. Un sentido de “proporción del tiempo” es tan necesario para su trabajo como lo es el sentido de “proporción del espacio” para el pintor o la “proporción del tono” para el compositor. La conciencia del tiempo es lo que llamamos la conciencia de la sucesión de reacción y realización. “Las reacciones y realizaciones humanas” son lo que el dramaturgo presenta en forma “dramatizada” estéticamente organizada. Realmente, la “acción” representada en el escenario es la objetivación de series de reacciones y realizaciones individualizadas. En el escenario o en la vida real, esta “acción” es siempre usa exteriorización de estados internos. Y la mentalidad proteica o el entendimiento del dramaturgo le hace posible construir la acción de su drama de acuerdo con un “conocimiento interno” profundo de la conciencia del tiempo individualizada. El autor dramático puede o no tratar de presentar un mensaje en su obra; pero lo que él presenta, ya como “mensaje” o “drama puro”, es la organización de su concepto de los arquetipos reflejados a través de la conciencia humana individual o combinada. Si usted lee cualquier obra digna de ser señalada como arte dramático encontrará en algún sitio un “punto emocional” que es el arquetipo de la obra completa, no importa lo complejo de su estructura. El arte del drama manifestador (el escrito de dramas) es en este punto emocional, la organización armoniosa y expresiva de los elementos que son enfocados, así como el árbol está enfocado en su semilla.
El Gran Mándala Astrológico con Aries de Ascendente, los puntos estructurales cardinales conectados en un cuadrado, los signos de agua conectados en un triángulo, es la imagen simbólica de lo que todo arte trata de interpretar. He aquí la familia humana - el varón y la hembra de “padre e hijo”, varón y hembra en estado de inmadurez y de madurez, y el cuádruple intercambio de polaridad física, genérica y evolutiva -. El trino de los signos de agua es el principio de la vibración simpática por el cual manifestadores e interpretadores “se afinan” con arquetipos a ser expresados a través de conceptos individualizados en el medio estético.
La segunda representación del Gran Mándala tiene los signos fijos en los puntos estructurales, Leo como Ascendente, Escorpión como base. Este es el mándala de todos los artistas manifestadores (creadores) radiando de su recurso de poder creador, polarizados, por el genio de Acuario para realizar una redención inspiradora kármica del subconsciente grupal de la humanidad. La posición de Cáncer como signo de la duodécima casa de este mándala nos demuestra que la potencialidad radiante del Ascendente Leo es derivada de una profunda fuente de simpatía, cuyo arquetipo es la “paternidad o maternidad”. Ningún dramaturgo eminente y verdadero hace su mejor y más inspirado trabajo impelido básicamente por un deseo de hacerse de millones de pesos o de alcanzar fama o aplausos.
Lo hace porque no puede abstenerse de ello y vivir. Sólo que la gente verdaderamente madura puede vivir (en el verdadero sentido de la palabra) sin contribuir a la vida. El dramaturgo u otro artista manifestador, es un padre espiritual, un “epigenitor” de su arquetipo. La base de Escorpión de este mándala apunta hacia la base psicológica de intenso poder de deseo regenerador. Ningún gran artista es un marica psicológico; hay percepción profunda, honda comprensión, sexualidad potente, emociones intensas y consciente o inconscientemente una aspiración ardiente en todos ellos.
La tercera representación básica del Gran Mándala tiene a Sagitario en el Ascendente, signos comunes en los puntos estructurales y Piscis como base. Este es el mándala del artista interpretador que se armoniza con el concepto del manifestador y hace de sí mismo un vehículo para la incorporación de ese concepto. Puede ser llamado, como cuadro abstracto del artista interpretador, el “mándala de la instrumentación individualizada”. El artista interpretador, disciplina, desarrolla y organiza sus habilidades y sus facultades para poder calificar el ejercicio inspirador. Han existido varios artistas en el campo del drama, del baile y de la música que han calificado para el título de manifestador.
De los artistas interpretadores hay dos tipos básicos:
Un tipo es el de la personalidad arquetípica de la cual existen - y han existido - varios ejemplos notables en la esfera de la representación cinematográfica. Representativos de este tipo en el cine mudo y hablado son tales como: Rodolfo Valentino, Theda Bara, Mary Pickford (como la “Novia de América” de años pasados), Douglas Fairbanks, padre, Mae West, Clark Gable y otros. El ejemplo sobresaliente de la personalidad arquetípica en el cine de hoy es “Bing Crosby” - el “trovador del mundo” -. (1951).
El segundo tipo es el del verdadero intérprete dramático, el actor o actriz cuya personalidad y equipo personal son pábulo para la afinación con el concepto del manifestador. Todos los grandes artistas dramáticos son de este tipo y ellos personalmente, por su influencia están entre los más conspicuos “inspiradores” de la raza humana. El Ascendente Sagitario del “mándala del intérprete” pinta el sacerdocio esotérico (o psicológico) de toda representación dramática. Por el poder del actor, la esencia de las vibraciones de la personalidad humana es representada en los papeles que él desempeña; estos patrones de vibración de la personalidad son condensaciones de principios de vida expresándose a través del arquetipo humano. La proyección inspiradora del actor fundida con la destreza y conocimiento del dramaturgo, contribuye con una vitalización de conciencia humana de su propia experiencia e identidad como una expresión de vida. El hombre trata siempre de realizar las verdades de su arquetipo y más que ningún otro arte, el drama tiene el poder de encender puntos de esta realización. Nosotros no vemos realmente nuestro propio (individual) yo en las representaciones de los grandes actores; vemos “puntos del yo” exteriorizados. Nuestra respuesta al impacto de una gran representación de un drama trágico tiene el efecto de elevar nuestra conciencia del “dolor localizado de nuestras penas personales” a una vasta participación de las penas y sufrimientos de la humanidad evolutiva. El actor y la actriz son intermediarios entre nuestra conciencia del yo separativo y nuestra conciencia de identidad con la egoidad de nuestro arquetipo - la humanidad -. Préstele un poco de consideración a sus respuestas a las funciones de la buena representación. ¿Recuerda usted un sentido de “expansión en el yo superior” por el estímulo a su simpatía, su fe, su amor y sus inspiraciones?.
Puede mencionarse aquí, a una persona que en su día fue considerada por muchos como la más grande en el campo del arte dramático y cuyo cumplimiento de la dotación artística significó uno de los más grandes progresos del arte teatral: Mme. Sarah Bernhardt.
La carrera de esta eminente actriz francesa (ella era nativa de París y también de Escorpión) en los escenarios del mundo cubrió un lapso de algo así como sesenta años y desde el punto de vista de una completa “cantidad de expresión”, así como de cualidad, fue un fenómeno de proporciones imponentes. Ella no sólo interpretó papeles principales de los repertorios clásicos, melodramáticos y líricos, sino que siendo tan grande el poder de su vibración, inspiró la producción de un gran número de los mejores dramas de su tiempo - por autores tales como François Coppée, Víctor Hugo, Edmond Rostand, y muchos otros -. Esta mujer fue en verdad una sacerdotisa del arte dramático, consagrada con todas las fibras de su ser, al cumplimiento de una dotación que fue verdaderamente un gesto de lo divino para los de este plano. Léase una buena biografía de su vida. Reanimará su conciencia con una fe renovada en el poder de la belleza que vive en el arquetipo humano.
Con relación a la lectura astrológica, la esencia simbólica de la habilidad dramática es Venus, Júpiter y Neptuno, los signos Piscis y Leo y la quinta casa. La “carrera dramática” envuelve ciertas configuraciones favorables con la Luna (como símbolo del público) y también de la sexta y décima casas. (Los logros prodigiosos de la Señora Bernhardt están indicados por el Sol en Escorpión en combinación con una conjunción de Júpiter y Urano; es posible que ella tuviera la Luna y Neptuno en Piscis - Duodécima casa - con Aries en el Ascendente.
¿Dramatiza el astrólogo?. Si es así, ¿cuál es su teatro y de quién son las líneas que él lee?. Un factor en la ética del servicio astrológico exige que el astrólogo consultor sumerja sus sentimientos personales evitando de ese modo la descarga de vibraciones negativas contra su cliente perturbado y para que pueda efectuarse la claridad de armonización con el horóscopo. En este respecto, él hace exactamente lo que el actor tiene que hacer. El astrólogo en su persona y vibración, debe dramatizar la serenidad, la amistad, la iluminación, el incentivo y el amor. Esto no es “hipocresía”, aunque la palabra hipocresía significa esencialmente “uno que desempeña un papel”. El hipócrita falsifica por una naturaleza, el astrólogo representa a través de las verdades de la naturaleza humana.
El astrólogo “lee las líneas” de la naturaleza humana como una explicación de los principios de vida funcionando a través de un arquetipo particular. Un escenario es cualquier lugar donde él presenta privada o públicamente verdades astrológicas para la iluminación de la conciencia de otras personas. El astrólogo se presta a dramatizar el bien esencial de la persona para quien él lee y en esta función prueba su identidad como hermano espiritual del artista dramático.

del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher

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CINTAS CINEMATOGRÁFICAS - en you tube -

CAPÍTULO II


CINTAS CINEMATOGRÁFICAS

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El desarrollo de las películas como un arte de entretenimiento ha sido uno de los fenómenos más extraordinarios de esta época. Ha traído drama, comedia, música, color, baile, viajes, noticias, adelanto educativo y una marcada influencia cultural en sus mejores formas, a las vidas de millones de personas, que de otra manera tal vez no hubieran experimentado estas cosas realmente. En esta disertación nosotros no estamos interesados en el desarrollo técnico sino en la significación oculta de la representación cinematográfica y su efecto en las mentes y la conciencia de las personas de hoy. Existen los pioneros, como en cualquier otro arte, que han osado resplandecer el camino hacia un progreso cultural más amplio. Existen además, los trabajadores que adaptan los hallazgos de los pioneros y los desarrollan en una escala mayor y más perfecta a medida que pasa el tiempo. También existen los manifestadores del cine que no están interesados particularmente ni aún están conscientes del progreso cultural y “que dan al público lo que éste quiere” en términos de mantener aquello que ha sido establecido como normas de valor de entretenimiento. El último grupo es el que más conspicuamente “alimenta la tendencia escapista del público”; los dos primeros grupos sirven para mejorar, extender y regenerar el gusto y la apreciación del público y son ellos mayormente los responsables de la cualidad más elevada del valor artístico que puede hallarse en este trabajo.
Muchas veces las películas cinematográficas han sido mencionadas como un “mecanismo de escape”, como una “panacea” para ayudar a la gente a olvidarse de sí mismos y de sus inconvenientes. Una interpretación semejante muestra una falta de comprensión. El arte cinematográfico no es esencialmente un mecanismo de escape aun cuando alguna gente lo use como tal. Un acercamiento psicológico a este capricho de la naturaleza humana debe recaer sobre el factor humano y no sobre el factor del cine. Los nombres de los “mecanismos de escape” son numerosos; vamos a considerar su esencia.
Hablando astrológicamente, la vibración de Neptuno irredimido en combinación con cualquier aspecto de cuadratura o de oposición es una potencialidad para el mecanismo de escape. Los aspectos de cuadratura y oposición son puntos de división interna, congestión de potencialidades, tendencias a la disgregación, puntos de ignorancia, confusión de identidades, falta de conciencia de sí mismo, falta de confianza propia, inhibiciones a través del temor y el odio, etc. La falta de regeneración de Neptuno es, entre otras cosas, nuestra potencialidad de darle poder a las ilusiones. Y todos nosotros hacemos eso en alguna u otra forma hasta que la conciencia se inunda con la luz del entendimiento y la percepción clara como experiencia adquirida por la desilusión. Cuando sufrimos por cualquiera de estas condiciones negativas y no sabemos por qué sufrimos, nosotros tratamos de identificar las verdades internas con algo o con alguien fuera de nosotros mismos.
Si se puede decir que la humanidad está motivada por un objetivo común, ese objetivo es ciertamente la realización de ideales. El ideal es una música que una vez oída se hace irresistible. La búsqueda de la realización de esta idealidad es el gran oleaje evolutivo.
Nosotros hemos seguido esta “música”, consciente o inconscientemente, desde que por primera vez nos manifestamos. La realización de la idealidad es el cumplimiento de las potencialidades a través de la expresión regenerada. Hasta tanto realicemos lo nuestro propio como individuos, seremos empujados a buscar su exteriorización en alguien o en alguna otra cosa. La evolución depende de la expresión; “no expresar” o “no actuar” es “no evolucionar”. Aun la persona que vive en condiciones de lo que llamamos “criminalidad”
está evolucionando porque está expresando sus potencialidades; finalmente ella produce causas que han de reaccionar como pago Kármico del cual puede aprender más sobre los principios. La posesión de dinero es el símbolo del mayor bien de la vida para muchos y nada los detiene para realizar este ideal; sin embargo, con el tiempo y a través de la experiencia, ellos aprenden a conocer lo que es el dinero verdaderamente y entonces están condicionados para ajustar su conciencia y sus acciones de acuerdo con un esclarecimiento de principio en sus propias mentes. Gibrán dijo: “aun la palabra balbuceante fortalece una lengua débil”; abandonar la búsqueda del ideal es morir en la conciencia; continuar expresándose como un medio de buscar lo que es de más valor y más apreciado, es evolucionar.
Nuestra reacción emocional a otra persona la identifica como un símbolo para nosotros. Si la reacción es de envidia, celos, odio, temor, etc., esa persona ha servido para estimular una de nuestras congestiones, confusiones o incumplimientos internos; la persona a quien “odiamos” (deseamos destruir) se presta por el estímulo de su vibración para recordarnos una culpa pasada muy seria, aún no reparada. Nosotros nunca “odiamos” (realmente) a otra persona; solamente podemos odiar nuestros incumplimientos y podemos destruirlos sólo por la expresión regenerada. Si nuestra reacción hacia otros es de armonía, de júbilo, amor, admiración, inspiración, etc., entonces no importa lo que ellos sean, su vibración ha servido para recordarnos nuestras propias regeneraciones internas. Esto explica el por qué la gente ama leal y hondamente a aquellos que podrían maltratarla y herirla; el lazo magnético de Karma proporciona “pábulo” a la persona que ama para verter su amor. Amamos el ideal que otra persona representa para nosotros y ese ideal “personalizado” es siempre un patrón de nuestro propio “sueño profundo de perfección”. El criminal de más edad que ha tenido éxito financiero puede constituir un “ideal” para el más joven y bisoño que ha decidido ejercitarse en lo que llamamos “conducta criminal”. No obstante, en sus acciones antisociales, destructivas y sin principios, él todavía expresa en su hondo impulso de emular, el símbolo del hombre más viejo. Haciendo justicia a los ignorantes y poco evolucionados, debemos recordar que la persona a quien llamamos “criminal” puede expresar una profunda devoción por aquellos para quienes trabaja o dentro de sus limitaciones particulares de conciencia, él puede tratar honorablemente a los de su “profesión” y utilizar su “ganancia mal adquirida” para que sea de verdadera ayuda.
Nadie es completamente criminal porque todos estamos tratando de realizar un ideal. El parasítico “hace nada” es peor traductor de su propia naturaleza, que el criminal activo. Un ladrón o cualquier otro, puede poseer por lo menos un poco de valentía. El “hace nada” no tiene ni aún eso y por su propia naturaleza no es cooperador. El tendrá que hacer un esfuerzo vehemente en el futuro para compensar sus deficiencias del presente.
Por lo tanto, la persona cuyas potencialidades no han sido expresadas satisfactoriamente, o que se ha condicionado ajena a su ideal interno, puede acudir y con frecuencia lo hace, a las cintas cinematográficas para lograr un contacto viviente aunque artificial, con sus ideales personales. No es el propósito de esta disertación criticar o juzgar el trabajo de actores específicos, excepto como una evaluación concerniente a este tema, pero ciertos actores serán mencionados debido a la extraordinaria cualidad arquetípica de su personalidad y apariencia física, más cierto nivel de habilidad técnica, por las cuales ellos ejercitan el poder del simbolismo viviente en la subconciencia de individuos o grupos. De los muchos que han ejercitado una influencia duradera en el subconsciente del público citamos cuatro hombres de tipos opuestos cuyo trabajo en el cine americano representa ejemplos sobresalientes de la personalidad arquetípica simbólica: Lon Chaney, Bing Crosby, Rodolfo Valentino y Clark Cable.
Lon Chaney, cuyo trabajo en el cine mudo lo clasificó como el más grande artista en maquillaje y uno de los más grandes pantomimos en el teatro americano, realizó como un arquetipo, el impulso universal, instintivo de la humanidad, de desear trascender la pasada monotonía de la “experiencia cotidiana”. Sus representaciones fueron casi sin excepción, de cuerpos deformes y personalidades torcidas. Dio al auditorio la satisfacción de la atracción subconsciente hacia lo misterioso y lo horripilante. Sus representaciones resultaban en un impacto emocional, pues él tenía grandes poderes de proyección y las mejores de sus representaciones tales como Quasimodo el Jorobado de Nuestra Señora fueron experiencias dramáticas inolvidables. Epitomó los “caprichos del Destino” por los cuales la humanidad sufre a causa de deformidades físicas o frustraciones terribles de los impulsos naturales. En resumen, su propósito oculto fue traer al público del cine la conciencia de lo trágico en el arte dramático. Su propósito y tipo de representación no fueron en absoluto para mero entretenimiento. Haber respondido verdaderamente y de todo corazón a la obra notable del señor Chaney significó una intensificación de conciencia del “pathos” del sufrimiento humano. Su propósito oculto fue dirigirse directamente hacia el estímulo de la compasión en el corazón humano.
El autor siempre ha estimado que la obra del señor Bing Crosby en la pantalla ha sido uno de los influjos espirituales más extraordinarios en el mundo (1951). Con tanta religión organizada actual, en un estado de inquietud y de cambio, la vibración y el talento de este hombre nos traen a través de la canción y la comedia ligera, el estímulo “suavemente expresado” pero de mucho alcance hacia el ideal humano, de la sencilla bondad y la amistad natural. Su vibración, desde el punto de vista astrológico, es poderosamente Venusiana, teniendo a Libra como Ascendente, el Sol en Tauro y la Luna en trino con Mercurio y Venus. ¿Y quién puede personificar con mayor perfección el ideal de la obediencia pasiva constructiva? Para hacer una analogía imaginaria, podríamos llamarlo el “Francisco de Asís del siglo XX”, por ser tan imperiosas la bondad y sinceridad del arquetipo que él representa. Las palabras se escriben y las acciones se planean; pero él tiene en sí mismo la especialización de conciencia que proyecta esta cualidad arquetípica. Otros representan y cantan, ellos son deleitables e imponen el respeto del público, pero sólo existe un Bing Crosby, el “trovador del mundo” y arquetípicamente, el amigo de todos los que se relacionan con él. ¿Quién no desearía poseer el poder amigable que él simboliza?. El enternece los corazones más duros y con su gran serenidad logra las representaciones más naturales, simboliza la personalidad descongestionada, expresiva, bondadosa; persuasiva más que potente, con la percepción del bien inherente a todos. Si la gente que afluye a sus películas reconociera que ellos como individuos sólo necesitan emular este arquetipo y disolver residúos de malicia, de envidia, celos, impulsos dañinos, etc., no sólo disfrutarían más aún de sus representaciones, sino que seguirían sinceramente su ejemplo. El señor Crosby personifica verdades de la naturaleza humana regenerada - su obra es una serie de sermones a través de la representación y el canto -. La gente de todo el mundo lo ama porque les exterioriza las propias potencialidades internas de corazón y espíritu. ¿Considera usted al señor Crosby - en la pantalla - como una “invención imaginativa” completamente remota de usted y de su vida, o reconoce usted que se mira en un espejo el cual refleja aspectos de su propia delicadeza, amigabilidad y armonía innatas?. Piense sobre esto detenidamente.
El señor Valentino, un europeo latino, de apariencia hermosa, extraordinaria, personificó en su tiempo un ideal romántico que sobrepasó en poder a todos los actores de su tipo. La psicología podría decir mucho concerniente al dominio que este hombre ejerció sobre el subconsciente de la mujer americana. Es cierto, aunque sea desagradable decirlo que la miasma del puritanismo ha sido una mancha en su influencia sobre las mentes y los corazones de la gente por muchos años y esta influencia ha desviado a muchas personas - millones de ellas - del logro del ideal de cumplimiento espontáneo de la relación de amor.
El arquetipo representado por el señor Valentino fue la completa antítesis de esta “filosofía” falsa, materialista, corrupta y deficiente. Los factores combinados de temperamento latino ardiente, una cara y una figura hermosas, más una gran habilidad de proyectar la intensidad del magnetismo sexual, le hizo posible a este actor efectuar un arquetipo enfocado de personalidad masculina que exteriorizó el ideal de la complementación del amor al subconsciente femenino. Bajo el hechizo de su vibración las mujeres “redescubrieron” su condición básica e instintiva de mujer - el deseo de ser conquistada, oprimida y transfigurada por el poder de proyección del hombre diestro y culto -. En la vibración y personalidad de este hombre, nada en absoluto era “americano”; él representó un tipo de personalidad de gracia masculina, cortesía, habilidad erótica y el hechizo cultivado de una civilización más vieja. Puede haber o no, otros en la pantalla hoy día que puedan compararse favorablemente con la vibración y la habilidad particulares de este hombre, pero él fue en su tiempo, arquetípico de lo que muchas, sino la mayoría de las mujeres buscan como compañero amoroso ideal Nadie sugiere que ningún hombre modele su vida por la del señor Valentino, sino que lo que él simboliza se podría considerar y aprender por muchos hombres que han permitido que sus conceptos de la relación entre hombre y mujer se congestionen por la falta de gracia, por la ignorancia y el puritanismo - con sus complejos de culpabilidad - y la falta de percepción de lo que es verdadera belleza en la mujer. En sus representaciones en la pantalla el señor Valentino rindió homenaje al ideal de la belleza femenina. Por vanidad personal muchas mujeres tratan de forzar el homenaje masculino mediante ardides y artificios; pero finalmente el hombre rinde homenaje a sus ideales y nunca a máscaras y triquiñuelas. Hay una lección que los hombres deben aprender en consideración a la obra de este actor. El propósito oculto de la obra de este actor fue que el hombre percibiera y que encendiera por la percepción, la belleza real de la mujer a fin de que ésta se convirtiera en la hermosura que inspira.
El señor Gable, la personificación del tipo de Marte-Saturno-Mercurio, es probablemente la mejor réplica americana de lo que el señor Valentino representó como europeo. Gable ha sido designado justamente el más grande arquetipo de la personalidad masculina en la pantalla de la actualidad, El es todos los hombres para toda la gente, su Luna en Cáncer designa su facultad oculta para “alimentar el inconsciente colectivo”, y su obra es acogida con entusiasmo tanto por los hombres como por las mujeres. En sus representaciones de la pantalla podemos considerarlo fácilmente como desempeñando una forma de “sacerdocio” hasta donde un sacerdote pueda considerarse como la personificación de los principios de vida en la religión ceremonial. Alambicada como podría parecer al principio la significación oculta de la obra de este actor, es profundamente religiosa porque él enciende en la subconciencia de la gente, una percepción intensificada de los principios masculinos de la personalidad.
Los estudiantes puede que no vean conexión alguna entre las palabras “religiosa” o “espiritual” y las representaciones rudas, fuertes y por lo general toscas del señor Gable; pero su persona y su vibración transmiten un símbolo de recursos, tolerancia, confianza propia, fuerza física, buen humor genial y sobre todo la cualidad del valor que es la cualidad arquetípica regenerada de la vibración de Marte. (El tiene a Marte en el signo Ascendente haciendo cuatro aspectos mayores, dispositado por el regente del mapa y trino a Júpiter y Saturno). La gente tiende a veces a “enfermarse internamente” con sus propias futilidades, incompetencias y debilidades y con las de aquellos que lo rodean. El señor Gable somete a su consideración la actualidad de patrones de gran fuerza física, mental y de carácter. Su vibración enciende ciertamente un patrón de idealidad, puesto que el valor, la confianza propia, la paciencia y el poder físico son arquetipos de Marte y como tales, ellos representan cualidades que todos estamos tratando de realizar en nosotros mismos. La trinidad de la Luna, Marte y Saturno es la base planetaria de cada ciclo evolutivo; Luna-Saturno, como regentes del diámetro estructural de Cáncer-Capricornio, representa la fuente paternal del “Yo Soy” de Marte así como su cumplimiento en la madurez. Una madurez fuerte, bien integrada, presupone un Marte bien integrado y las cualidades dinámicas poderosamente individualizadas del arquetipo de Marte que el señor Cable simboliza es una esencia vibratoria que todos nosotros, hombres y mujeres poseemos como una potencialidad que debe ser cumplida y expresada. La atracción universal de sus representaciones está representada en la combinación de dos patrones distintos en su mapa: Luna-Cáncer y Saturno-Capricornio, con el Sol y el regente en Acuario en sextil a Urano; la ubicación de su Marte Ascendente en la duodécima casa nos da una clave para la significación oculta de su vibración como un símbolo de la personalidad arquetípica.
Si usted es uno de los que se han sentido inclinados a identificarse con las “representaciones cinematográficas” y desea libertarse de ese encarcelamiento simbólico, haga una copia de su mapa, sin el número de grados; esto es lo que el autor llama mapa de “Luz Blanca” - este es el cuadro simbólico de usted mismo corno arquetipo. Estúdielo con el propósito de determinar cuáles son sus puntos focales vibratorios (olvide las cuadraturas y oposiciones en este estudio) y comience por hacer algo para organizar su vida y poderle dar una expresión más completa y libre a sus potencialidades vibratorias esenciales. Estudie la obra del actor o la actriz cuyo trabajo en la pantalla le “fascina” y reconozca que algo de sus personalidades o vibraciones también está en usted. Es su derecho y su deber buscar su verdad como una expresión individualizada del arquetipo humanidad. Cuando comience esta reorganización, usted se encontrará gradualmente liberado de la compulsión de identificarse a través de otro - y su gozo del entretenimiento y el arte teatral cobrarán una mayor sinceridad porque usted estará más y más capacitado para disfrutarlo y apreciarlo por su propio mérito. El arte de vivir es descubrir a nuestro ser y lo que realizamos de nosotros mismos.

del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher

en you tube, aquí
https://www.youtube.com/watch?v=Du2ipCdWEHo&t=2s


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