martes, 4 de mayo de 2010

ALEGRÍAS PLANETARIAS PRIMERA PARTE - en you tube -

CAPÍTULO V


ALEGRÍAS PLANETARIAS
PRIMERA PARTE

en you tube, desde aquí
https://youtu.be/bFpHVUS50Mg

La polaridad de nuestras acciones físicas es un estudio muy fascinador. Por ejemplo:
la Comunicación: masculina, el hablar; femenina, el escuchar; la Instrucción: masculina, la enseñanza; femenina, el aprendizaje; la Nutrición: masculina, la masticación y la deglución; femenina, la digestión y la absorción; el Ser Físico: masculino, acción y expresión conscientes; femenino, reacción y reflexión, y así sucesivamente. En el primero de éstos mostramos las cualidades y atributos de nuestra polaridad proyectante, el segundo muestra nuestros niveles reactivos y subconscientes de la seidad. La conciencia espiritualizada tiene el “regocijo” como polaridad masculina y la “felicidad” como la polaridad femenina reactiva. La “felicidad” es el resultado, como reacción, de la acción y la expresión alegres.
El regocijo es la cualidad del Espíritu que impulsa nuestras expresiones de Amor y Sabiduría.
Podría exponerse de esta manera: Nos movemos a través de la experiencia en el regocijo de felicidad en felicidad. La experiencia es, por supuesto, el resultado de nuestras acciones y reacciones durante todas nuestras encarnaciones. El regocijo no es desemejante a la “facultad” - es un poder de conciencia -. Lo que llamamos “dolor” es una reacción a algo establecido por la tristeza - expresiones de energías congestionadas en el deseo negativo y en la ignorancia -. El “dolor” (como una cualidad de nuestra facultad reactiva) podría denominarse la “gestación y los forcejeos del nacimiento de la felicidad” - es la felicidad “gritando por su reconocimiento”.
En la simbología astrológica, el aspecto de sextil es el mecanismo para la transformación de la “potencialidad del dolor” a la “potencialidad de la dicha”. Cuando el ser humano ejercita sus poderes de los sextiles alegremente él hace la transformación más rápida de sus energías congestionadas en aquello que se registrará como trino la próxima vez o en una encarnación futura. Los aspectos de trino son patrones de conciencia que registran los resultados de ejercicio espiritualizador previo y son “cuentas bancarias” para un futuro y mayor ejercicio espiritual. Cada planeta, como un “órgano en el cuerpo vibratorio” es una liberación potencial de conciencia de júbilo porque cada planeta como “enfocador” de un signo zodiacal, es un “punto distributivo” para las expresiones del espíritu. Cada planeta en un mapa particular, debe comprenderse de esta manera para que el lector e interpretador astrológico pueda determinar intuitivamente las espiritualizaciones que las necesidades evolutivas de la persona requieran de ella en esta encarnación.
Para aclarar este pensamiento por medio de mándalas, trace dos círculos. En uno de éstos coloque los grandes trinos entrelazados que representan las cúspides de los signos de fuego y de aire del Gran Mándala. Este diseño está iniciado por la cualidad proyectora y dinámica de Aries en el Gran Mándala o por el signo Ascendente del horóscopo natal. Este es el mandala del regocijo humano, como varón y como hembra; es la potencialidad de todo ser humano, para expresar por la identidad como un “hijo del Padre-Madre Dios”, las irradiaciones de Amor y Sabiduría. Cualquier signo puede ser el signo Ascendente, por lo tanto, cualquier planeta puede ser el enfocador vibratorio de esta energía espiritualizada.
En el segundo círculo, coloque los gran trinos entrelazados que son análogos a los signos de tierra y de agua. Este diseño es la facultad del varón y la hembra de la reacción a expresiones espiritualizadas de los recursos de conciencia espiritualizada. Es el mandala
de la felicidad - la facultad de reaccionar y de realizar en términos de las octavas superiores
de conciencia -. Como la vertical (Capricornio-Cáncer) es la línea de linaje está demostrado que a lo que el hombre reacciona con felicidad lo ha construido (“procreado”) él mismo por expresiones de su propia conciencia. La “verticalidad” es reproducida en el mándala de fuego y aire en las líneas de Leo-Sagitario y Acuario-Géminis. Estas líneas verticales “encierran” o “modelan” la “irradiación” doble del fuego y cardinal de aire al de fuego y fijo de aire y al mudable.
Interpretado: La Identidad (varón expresivo y hembra expresiva) - irradiando poder Divino como amor y sabiduría -. Estos dos trinos dinámicos simbolizan la polaridad expresiva de las octavas superiores de la conciencia humana individualizada; representan abstractamente, los “epítomes de las virtudes en la expresión”. La horizontal del mándala fuego-aire es reproducida en los trinos de tierra y agua por las líneas de Tauro-Virgo y Escorpión-Piscis. Puesto que la horizontal Aries-Libra, en relación a Capricornio-Cáncer simboliza “aquello que es engendrado”, las horizontales de los trinos de tierra y agua “modelan” las irradiaciones a los fijos y mudables de los dos puntos de linaje cardinales. La horizontal de Tauro-Virgo es la base del símbolo que usamos en astrología para el aspecto de trino. Este es el más perfectamente estático de los cuatro triángulos y el que simboliza el resultado con mayor perfección.
El estudio de los tres signos de la trinidad de tierra nos indica que esta trinidad es generada (iniciada) por el signo de Capricornio, el cual hablando esotéricamente, es el poder de asumir y cumplir responsabilidades - la insignia de la conciencia humana madura-.
Este punto iniciador es la exaltación de Marte: Expresión autodirigida y control autoiniciado de los poderes de la energía. La irradiación de Capricornio a Tauro, fijo de tierra y signo de la quinta casa de Capricornio, “conecta” o “canaliza” el principio y el poder del cumplimiento de responsabilidad al principio de mayordomía y de intercambios equilibrados. Tauro está regido por Venus, el principio del equilibrio, y este signo es el punto de exaltación de la polaridad planetaria de Capricornio - la Luna, regente de Cáncer.
Tauro, además es, el signo de la casa undécima del Cáncer de Luna y la liberación del engendrado de sus cumplimientos individualizados es la iniciación a través del principio de mayordomía. La segunda “irradiación” de Capricornio es a Virgo, abstrayendo dos terceras partes del círculo representado por el arco de Capricornio a Virgo a través de Tauro. Virgo es la dignidad de tierra de Mercurio y es la octava de sabiduría (signo de la novena casa) del poder de cumplimiento de responsabilidad de Capricornio. Esta responsabilidad canalizada a través del poder de Mercurio, es la de poner en recto uso y servicio lo que ha sido aprendido. La dignidad de aire de Mercurio es Géminis, la polaridad femenina del diámetro de la educación (Sagitario-Géminis) y, como tal, es el principio del aprendizaje, la “inhalación de conocimiento” y la “respuesta al estímulo del saber interno”.
Como se ha dicho antes, la convicción del autor es que Mercurio, como regente de Virgo, está exaltado en Acuario, signo fijo de aire, la octava del amor de la trinidad de aire iniciada por Libra, signo cardinal de aire, regido por Venus. Como tal, la conciencia de fraternidad del trino de aire está correlacionada y sintetizada con el trino de tierra como la responsabilidad espiritual de cumplir relaciones humanas por medio del poder del amor como “fraternidad”, la esencia del regocijo en la relación humana y el epítome de las aspiraciones más elevadas del corazón humano.
En este estudio estamos bregando con la astrología de los humanos mientras están encarnados - “la conciencia fusionada con el universo material” -. Usamos el triángulo de base horizontal como nuestro archi-símbolo de la conciencia humana espiritualizada porque es aquí en este plano que percibimos las exteriorizaciones de nuestros esfuerzos alquímicos pasados y tenemos la responsabilidad de expresarlos más ampliamente en relación con nuestros congéneres. No obstante, en la representación del trino de tierra está implicada la trinidad de fuego - del mismo modo que Capricornio o cualquier otro signo de una cúspide está implicado en las potencialidades de Aries, el Ascendente abstracto. La trinidad de fuego fue expresada hasta cierto grado; la trinidad de tierra es la destilación resultante en la conciencia y las condiciones externas. Capricornio, como un signo de exaltación, tiene inherentes los poderes de Marte madurados por la “afilación” con los poderes de Saturno.
Un aspecto de trino entre dos planetas implica la condición de un gran trino en formación. Todos los gran trinos son “altas marcas de agua evolutivas” porque tres puntos de un elemento (fuego, tierra, aire, agua) son modelados o “estructurados” como consecuencia de expresiones previas regeneradas. Un trino de dos planetas es (para hacer una analogía) la nota de ciento por ciento en su papel de examen en una asignatura particular durante el período escolar; un gran trino es la nota de ciento por ciento en su examen de semestre que lo califica para la promoción con honores. La implicación es que, habiendo destilado el gran trino, usted califica para expresar esos poderes, no simplemente “disfrutar de la promoción con honores”. Cualquier mapa que muestre un gran trino despliega pábulo espiritual para ser usado para la regeneración de las congestiones en el mapa. En efecto, algunos astrólogos han dicho: “No me gusta ver un gran trino en un mapa; la persona trata siempre de tomar las cosas con holgura - no hace esfuerzo” -. Eso es así sólo porque la persona (representada por el mapa) no ha sido instruida en que los estados de desarrollo son poderes que se deben usar. Cualquiera que simplemente disfrute su gran trino e ignore las medidas correctivas es como la persona que se gradúa con altos honores, pero que no aplica lo que ha aprendido cuando entra en la vida de los negocios o de la profesión - ella simplemente “vive jactándose de sus notas altas” -. Los trinos y gran trinos no implican maestría - sólo maestría relativa en términos del estado evolutivo -. El horóscopo de un habitante de las junglas de Borneo podría registrar un trino, pero ello sólo significaría que la persona posee una cualidad superior en comparación con sus conciudadanos de la jungla. Los principios básicos tienen aplicación sin consideración de la identidad externa, pero algún conocimiento de la identidad externa ayuda al astrólogo a interpretar la cualidad evolutiva de los aspectos de trino.
Los planetas en su relación recíproca están “dignificados” o “dispositados”. Cuando están dignificados, se hallan en los signos que ellos rigen; cuando están dispositados, se hallan en signos regidos por otro planeta. Un planeta dignificado que está en trino (trino “sencillo” o gran trino) nos indica que la persona tendrá en esta encarnación, una gran variedad de experiencia en aquellas cosas relacionadas con el planeta. Un planeta dignificado está ubicado en un signo de la primera casa; su “condición de trino” informa que el nativo va a expresar dinámicamente en esta encarnación un fuerte residuo de poderes destilados de muchas encarnaciones pasadas. El nativo, en cuanto a ese planeta concierne ha “retornado a la base original después de una excursión por el Zodíaco” y está calificado ahora, por indicación del registro del trino para irradiar con gran efecto - y para un gran bien - en términos de los principios de ese planeta. Semejante persona sería provista de muchos objetivos hacia los cuales podría “irradiar” así como de muchos “medios reflexivos” por reacción a los cuales podría gozar comprendiendo los resultados de sus pasadas expresiones espiritualizadas. Un planeta dignificado y que está en gran trino es uno de los factores más importantes que deben estudiarse en el mapa. Tal planeta es un “archipoder” para el ajuste regenerador de la rueda completa. Un planeta exaltado y en gran trino representa la expresión planetaria máxima en la astrología humana. Semejante posición es indicativa del fruto de la iniciación espiritual en el pasado; un planeta exaltado y que tiene un trino sencillo indica lo mismo; pero en una octava inferior.
Sin embargo, es un poder tremendo que si es expresado correcta y progresivamente, hace aparecer a la persona, en el mundo de los otros humanos, como una personificación de luz blanca. Los planetas dignificados y exaltados (en trinos y gran trinos) representan generalmente una amplitud notable en circunstancias externas porque esos patrones y poderes representan nuestra conciencia de la infinitud del poder y el amor de Dios. Por lo tanto se percibirá cierta abundancia de lo bueno en las circunstancias externas. Otro “patrón de trino” que merece mucho estudio es la colocación de planetas en sus propios signos de la quinta y novena casas. Designe el signo de dignidad de planeta como “uno” y en cada caso cuente alrededor de la rueda hacia la izquierda (o en dirección zodiacal) y vea, si alguno de sus planetas está colocado así en relación a su signo de dignidad. El autor cree que todos los planetas así ubicados, sin tener en consideración la colocación de los signos o los aspectos planetarios tienen cierta significación espiritual especializada porque en la “excursión zodiacal” del planeta, éste ha alcanzado aquellos “puntos” que representan el momento de expresar sus principios en términos de poder de amor y poder de sabiduría. Ejercite gran elasticidad en el acercamiento de palabras clave en este estudio. Es complicado y tarde o temprano la intuición surgirá para hacerse cargo donde el intelecto no puede llegar. El uso de mándalas simplificadas es una técnica esclarecedora que hace posible a su intelecto y a su intuición enfocar puntos específicos.
Aclarando su conciencia de las diferencias básicas entre las palabras “regocijo” y “felicidad” se obtiene una flexibilidad de su acercamiento a los aspectos trinos que trae resultados notables. Así como el nacimiento en el plano físico marca una culminación (del proceso de gestación), del mismo modo, marca la iniciación de la encarnación con sus posibilidades para el crecimiento, la expresión y la realización. Podríamos hablar de la alegría de la unión amorosa (expresión mutua) y la felicidad experimentada por los padres cuando su niño nace normal y saludable; o el júbilo de la práctica y la educación musical y la felicidad de un primer recital airoso. Y así sucesivamente - hay muchos ejemplos que se podrían considerar como representativos del aspecto de trino exteriorizado en términos de registro activo y pasivo.
Así es que el regocijo crea la felicidad. Aún el esfuerzo intenso, la lucha, la agonía mental y anímica y todos los estados emocionales intensos semejantes pueden ser básicamente alegres. Es el júbilo lo que nos hace posible cumplir con nuestras exigencias, no importa los aparentes obstáculos externos e internos. Con la alegría vitalizamos nuestras expresiones con nuestro mayor poder amoroso, poder devocional, poder de lealtad, poder de mejoramiento, poder de armonización, poder estético, poder de simpatía, poder de inteligencia, poder físico, etc. Los grandes de este mundo, no importa cuan desdichadas nos parezcan sus vidas, son básicamente alegres, porque los Poderes Divinos del Amor y la Sabiduría son canalizados a través de ellos. Sus “elementos personales” pueden registrar incumplimientos de muchas maneras, pero la gente Verdaderamente Grande justamente son mucho más que “personas con hogares, esposas, esposos y empleos”. Ellos, y lo que hacen para expresar su conciencia, son gestos de lo divino para este plano - los grandes terapeutas, artistas, escritores, maestros, filántropos - afirman él poder invencible de la alegría para cumplir la realización de los ideales. Ellos no toman la vida en términos de “algo que se debe disfrutar” en la forma fácil en que la mayoría de nosotros interpretamos el “gozo”; abordan la vida como su oportunidad para expresar al máximo lo mejor y más elevado en ellos, para cumplir sus patrones especializados de la ley evolutiva y el progreso.
Los “descontentos” son los apáticos, los descuidados, indiferentes, los desaliñados mental y emocionalmente; ellos existen en la moción por la respuesta a las cosas en sí, las cuales no comprenden en su mayor parte. Los alegres son conscientes, por supuesto profundamente conscientes y objetivos; expresan sus recursos y cumplen sus propósitos con un foco de poder, de inteligencia y devoción que los califica para hacer girar el curso de la evolución humana hacia arriba y hacia adelante. Existen relativamente pocos genios encarnados en cualquier época; pero todo ser humano puede aprender a vivir alegremente en el sentido que todos los que lo deseen pueden darse cuenta más claramente de su identidad y sus recursos divinos. Cuando nos consideramos como '“gusanos ante los ojos de Dios” es que nos apartamos de nuestra identidad como “Seres jubilosos”. Nosotros somos en verdad, “chispas de la llama de Dios” y la chispa tiene los atributos de la luz, del calor y del movimiento hacia arriba.
Reconocer que cualquier planeta puede ser el regente de un horóscopo y que todo signo tiene su lugar en el símbolo del trino nos ayuda a comprender que ningún ser humano está excluido del privilegio de vivir alegremente. La vieja “imagen” que la miseria es nuestro sino es cierto solamente cuando nosotros expresamos miserable, limitada, temerosa, congestivamente y sin el reconocimiento de las potencialidades divina y los objetos espirituales. Toda acción que ejecutamos, toda reacción que experimentamos, toda
expresión emocional y todo pensamiento que sostenemos, tiene una calificación vibratoria particular y eso significa que todas estas cosas pueden ser transformadas a octavas superiores de júbilo en expresión y felicidad en la reacción si optamos por hacerlas así.

del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher

en you tube, aquí
https://youtu.be/bFpHVUS50Mg

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